Un mensaje del p. Carlos
¿Eres Luz y Sal de la tierra? ¿En qué forma?
Nos encontramos este domingo con dos signos muy comunes en nuestro diario vivir, la sal y la luz. Imagínese sin sal la comida o algo que preparemos para comer, normalmente excepto porque sea prohibido, pero rápido nos levantamos a buscar la sal. Igualmente, se nos va la electricidad o viene un día oscuro como hemos tenido en enero, y ya nos ponemos tristes, preocupados, nos encerramos aún más, y esto es porque la luz es indispensable, la luz del día y la de la noche por medio de la electricidad o el fuego. Es una maravilla ser la luz y la sal, y Jesús dice o agrega de la tierra. Él quiere que brillemos, que pongamos sabor a nuestro cristianismo, a nuestras acciones, que contagiemos con nuestro sabor a la fe, la esperanza, amor, paz etc., siendo cristianos que nos hagamos presentes, ahí donde se nos necesita.
Los cristianos sólo podremos ser luminarias si estamos unidos, con todas las consecuencias, a esa gran fuente de energía espiritual, de gracia y de verdad que es Jesús.